OPEN RANGE ( 2003) Kevin Costner
Hay cosas que corroen a un hombre más que la muerte
Hay recuerdos incómodos. Pululan por nuestra mente buscando algún consuelo, quizás un lugar donde enterrarlos para siempre. Pero esto no funciona, porque cuanto más luchamos contra un pensamiento más fuerte se muestra.
Son recuerdos que no nos dejan vivir con tranquilidad y, sin darnos cuenta, nos sorprendemos navegando en las aguas turbulentas del pasado.
En ocasiones se trata de pequeñas ofensas que recibimos en el pasado, y otras veces fuimos nosotros los que no actuamos de forma correcta.
Por ejemplo:
- Palabras crueles que dijimos o nos dijeron en medio de una discusión.
- Un profesor nos suspendió injustamente un examen muchos años atrás.
- Una infidelidad del pasado con una pareja de la que ya no tenemos noticias.
- Un pequeño préstamo entre amigos que nunca se devolvió.
- Una deslealtad entre compañeros de trabajo.
**********
Hay experiencias que, aunque parecen superadas, de vez en cuando se activan y nos incomodan. Reconocemos que no son importantes. ¿Qué importancia tiene ya si un amigo nos pidió una pequeña cantidad de dinero que nunca nos devolvió? Aún así guardamos un cierto rencor al recordar, y en algunas ocasiones nos obsesionamos.
El resultado es el mismo:
Se convierten en recuerdos perversos, porque al repetirlos una y otra vez en nuestra mente, adquieren una importancia desmedida, irreal.
**********
¿Por qué ocurre esto?
El primer efecto que creamos con nuestra actitud es el de aumentar la importancia de las cosas al recordarlas de forma insistente.
Cualquier tontería repetida durante mucho tiempo se convierte en un asunto importante, de la misma manera que una canción estúpida repetida con insistencia se puede convertir en la canción del verano.
Imaginemos que hace 10 años cortamos una relación de pareja y lo hicimos sin ningún tipo de delicadeza. No por crueldad, sino por falta de habilidades para hacerlo mejor. Y ahora aquel recuerdo nos produce mucho malestar.
En primer lugar, cada vez que recordamos el hecho es como si lo reviviéramos, y de esta manera ya no cortamos una vez con aquella pareja, sino que es como si hubiéramos cortado 200 veces la relación (tantas como veces recordamos). En otras palabras, multiplicamos el efecto negativo de aquel recuerdo.
Esto vale para cualquier experiencia. Si el vecino te raya el coche por una imprudencia, al recordarlo una y otra vez es como si te lo hubiera rayado 200 veces. Si alguien te pidió un préstamo que no devolvió, es como si te debiera ya 200 préstamos.
No podemos cambiar el pasado
**********
Y el pasado, a veces, nos puede atormentar.
En la película Open Range (2003) de Kevin Costner, el director nos presenta a Charley, un hombre que lleva una vida semi nómada como ganadero, con un pasado oscuro como pistolero del que no se siente nada orgulloso. Annette Bening interpreta a Sue, que ayuda a su hermano, el médico del pueblo, a atender a los enfermos.
Sue intuye los remordimientos de Charley por su pasado, y le dice en cierto momento:
No hay que olvidar el pasado, hay que aprender a convivir con él
El trailer de la película, nos deja al final una reflexión sobre el mismo tema:
Hay cosas que corroen a un hombre más que la muerte
**********
La película The Holiday (2006) de Nancy Meyers, nos presenta otra forma de sufrir por los errores, en este caso con las relaciones de pareja.
Jack Black interpreta a Miles, un compositor de poca fortuna con las mujeres, y que no entiende por qué fracasan sus relaciones. Kate Winslet interpreta a Iris, una amiga reciente de Miles. Kate le comprende bien, y se lo explica:
Porque sigues acostándote todas las noches, repasando todos los detalles y preguntándote qué hiciste mal o qué pudiste malinterpretar… y cómo puñetas en ese breve instante pudiste pensar que eras tan feliz
**********
¿Cómo manejamos el pasado?
No somos perfectos, estamos condenados a cometer errores, y a sufrir los errores de los demás. Pero lo importante es lo siguiente:
Los errores son inevitables, y son parte indispensable de nuestro aprendizaje.
Cada error es una lección que aprendemos.
Hasta que ajustamos una receta o hasta que escribimos el párrafo adecuado, suele haber intentos fallidos de creación. Pero son esos intentos los que finalmente nos llevan al resultado deseado.
Thomas Alva Edison parece que hizo unos mil prototipos fallidos de la bombilla hasta que dio con la solución. Al ser preguntado por aquellos fracasos previos dijo:
No fracasé, sólo descubrí 999 maneras de cómo no hacer una bombilla
Si nos equivocamos en una simple receta, en un pequeño escrito o cuando empezamos a conducir; ¡Qué errores no cometeremos cuando se involucran las relaciones sociales, las emociones y los sentimientos!
Estamos condenados a aprender de esta manera. Corrigiendo, como el pintor que mira su cuadro y lo retoca sin encontrar satisfacción final.
La memoria es una herramienta extraordinaria que nos ayuda a organizarnos y a aprender de nuestros errores. Pero la memoria deja de ser funcional cuando se bloquea en un recuerdo y entra en un bucle de repetición. Entonces hay que desbloquear el sistema.
**********
Pasamos a la acción
1. Luchar contra un recuerdo no funciona. Ya lo hemos expuesto, se hace más fuerte. Así que tendremos que dejarlo estar. Observarlo como si fuera una nube pasajera. Incluso hablar con él: ¿otra vez por aquí dando la lata?
2. Aceptar nuestro pasado. Todos tenemos historias poco edificantes. Todos hemos sido engañados alguna vez, y no siempre hemos sido completamente honestos. Es una realidad, y cuanto antes la aceptemos antes podremos dejar atrás el lastre de recuerdos penosos.
Aceptar no significa resignarse. Nada de eso. Se trata de contemplar la vida como un puzle sin instrucciones donde nos faltan piezas y otras no nos encajan. Por ejemplo, maduramos sexualmente mucho antes de poder vivir una sexualidad satisfactoria. Cometer errores es natural.
3. Hazte amigo de tu dolor. Tenemos que considerar lo aprendido y agradecer a ese recuerdo la sabiduría aportada. De esta manera cambiamos nuestra relación con el recuerdo. Ahora se convierte en un aliado.
Tu dolor es tu maestro
4. Entender que la preocupación obsesiva no ayuda. Pero además nos impide funcionar bien; pensar con claridad, ser resolutivos.
En la película El puente de los espías (2015) de Steven Spielberg. Tom Hanks interpreta a James Donovan, un abogado que tiene que defender a un espía ruso detenido en Estados Unidos en la época de la guerra fría. Todas las circunstancias se ponen en contra del espía y parece que será condenado a una pena muy grave. Sin embargo el hombre se muestra sosegado. Tom Hanks, que ve como se sistema está preparado para condenar duramente al espía, le pregunta con cierto asombro:
-
¿Nunca se preocupa?
-
¿Ayudaría?
**********
Por supuesto que hay errores que han tenido consecuencias muy graves. Tanto económicas, emocionales o en la salud. Pero esto es tema para otro artículo.
**********
Cuando se trata de recuerdos molestos, obsesivos… te propongo el siguiente menú:
Deja de luchar, acepta tu pasado, hazte amigo de tu dolor y deja de preocuparte.
Piénsalo de esta manera:
Un mal recuerdo nos quiere enseñar algo, y cuando lo entendemos deja de ser molesto.
**********
Otros artículos relacionados con los malos recuerdos:
REMORDIMIENTOS. ACEPTA TU PASADO Y LÍBRATE DE TUS CADENAS
**********
Otras películas relacionadas con los malos recuerdos y los remordimientos:
- Atrapado por su pasado (1993) Brian de Palma
Prometí que nunca le rompería el corazón, pero ya sabes, pasan cosas…
- El Rey León (1994) Rob Minkoff, Roger Allers
El pasado puede doler, pero tal y como yo lo veo, puedes huir de él o aprender.
Lo importante es lo que creías que era correcto en aquel momento.
- Ayer no termina nunca (2013) de Isabel Coixet
Hay cosas estúpidas que se te quedan para siempre, en cambio hay cosas esenciales que se te olvidan
- Alma salvaje (2014) de Jean-Marc Vallée
Negando las mismas heridas nunca llegarán a cicatrizar