TRUMAN (2015) Cesc Gay
“Te pido disculpas por no pedirte disculpas en su momento”
La evitación es una conducta muy común en todos nosotros, y os puedo asegurar que la mayor parte del malestar que nos rodea tiene en la evitación una de sus raíces profundas.
La evitación es la tendencia a no enfrentarse a un problema, para evitar sus complicaciones.
Sin embargo esa actitud de evitación, finalmente, se convierte en un problema mayor que el problema evitado.
La evitación es una estrategia eficaz a corto plazo – evitamos una situación incómoda-, pero ineficaz a largo plazo.
Por ejemplo, si nos hacemos una pequeña herida en un dedo, y nos da miedo ir a urgencias a hacer la cura apropiada, es posible que decidamos, ponernos una buena tirita, o una venda, y ocultar así la herida, esperando que al final la herida cure por sí misma.
Sin embargo, es posible que la herida se infecte y vaya supurando algo de pus. “Bueno, es una molestia soportable”. Pero poco a poco esa herida se cronifica, cambiamos la venda, desinfectamos, pero no logramos curar. Finalmente, al cabo de un mes, aparecemos en urgencias con un dedo hinchado y recibimos una bronca por no haber actuado de forma correcta. Atender la herida en su momento.
Esta idea de vivir con molestias soportables es la gran excusa de la evitación.
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En la película Truman, Ricardo Darín interpreta a Julián, un actor con cáncer, que asume con serenidad que su fin no está lejos y que empieza a poner en orden las cosas de su vida; por ejemplo, buscar un lugar o un dueño apropiado para su perro, cuyo nombre da título a la película.
Hay una escena donde Julián está en un restaurante y aparece un viejo amigo al que traicionó teniendo una aventura con su mujer. La primera reacción de Julián es ocultarse, hacerse el despistado, girar la cabeza. Sin embargo su viejo amigo se acerca con naturalidad y le ofrece su sincero pesar por las noticias sobre su enfermedad.
Este gesto de empatía conmueve a Julián, que cuando va a salir del restaurante se dirige a su viejo amigo y le muestra agradecimiento por sus palabras, y además le pide disculpas por su comportamiento años atrás. El amigo, responde que no es necesario, es agua pasada. Sin embargo Julián insiste:
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«Quiero pedirte disculpas, y además te pido disculpas por no pedirte disculpas en su momento»
Se aprecia, finalmente, en Julián la sensación de plenitud personal al cerrar ese bochornoso episodio de su vida de forma honesta.
Esa herida que no curamos, esa disculpa que no pedimos, esa llamada que no devolvemos, ese abrazo que vamos aplazando; todo es evitación, una mala inversión para nuestro futuro. Girar la cabeza para no ver, o para no ser visto, puede darnos un pequeño respiro, sin embargo la evitación termina pasando factura, y no cobra barato.
Por lo tanto, el primer paso que podemos dar es ser conscientes de cuándo estamos evitando. Después viene la segunda parte, armarse de valor y, si hace falta, pedir disculpas, incluso por no haber pedido disculpas en su momento.
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Otras películas que nos pueden hacer reflexionar sobre la evitación:
- La torre de Suso (2007) Tom Fernández: “Cundo, si me acostumbro a que toques a mi puerta cada vez que te sientas solo, lo pasaré mal. Prefiero seguir enamorada de ti a mi manera”
- Mal día para pescar (2009) Álvaro Brechner: «Tarde o temprano tenemos que dejar de huir de la realidad para afrontarla con todos sus inconvenientes”
- La vida secreta de Walter Mitty (2013) Ben Stiller: «En la vida hay que tener valor y afrontar lo desconocido”
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